martes, 27 de mayo de 2008

Establecimientos Rancios en Mairena del Alcor

Me gustaria que fueseis comentando un tema no cofrade, como es el de los establecimientos comerciales más rancios que conozcais en nuestro pueblo.
El tema viene de una frase que se pronunció a la conclusión de la procesión del Corpus Christi, y que no era otra que: "eres más rancio que una bolsa de ancá Braulio".
¿En qué tipo de negociós se promulga o se vivía este movimiento rancio en Mairena?
¿Qué tipo de actividad se realiza en Mairena con mayor gusto rancio?
Señores contertulios, opinen.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque ya no existe, el comercio más rancio de Mairena siempre ha sido ancá Labrador. Los que ya tenemos cierta edad, hemos comprado allí las fajas y los costales. Además su moda textil ha sido imperecedera, todas las mozas del pueblo ha usado las fajas y sostenes de color carne y los maireneros la ropa azul de faena.

Anónimo dijo...

Ante todo hemos de señalar que el término "rancio" lo aplicamos en este sentido a lo tradicional, a lo que tiene la solera y el sentido de la tierra, a lo imprecedero... Señalar que esta Tertilua está sentando unas bases más sólidas que una plataforma petrolífera en sus apreciaciones.
Por ello hemos de señalar que rancio está empezando a ser el desayuno en la Peña Flamenca el día del Corpus por la mañana -con su respectiva copta de aguardiente como no podía ser de otra forma-.
En Política se dice que "una vez es accidente, dos es casualidad, tres es tendencia..." Cuando algo se convierte en tendencia para este grupo de buena gente, es que empieza a ser rancio.
Un abrazo cofrade.

Anónimo dijo...

Como comercio rancio o local rancio en Mairena, creo que cada vez hay menos, causas la progresiva muerte de la Plaza de las Flores (espero que no me malinterpretéis).

La definición que yo he sonsacado de Rancio dirigido a locales comerciales, es la de un lugar, con solera, añejo, q te puede transportar a otro tiempo, etc, con lo cual creo, a mi parecer, que los locales rancios de Mairena son la Peña Flamenca, el Casino, Bulli, Anca Braulio y Comercial Cosme, incluiría más locales pero se encuentran cerrados temporalmente o su remodelación le ha quitado ese carácter de rancio, como son el Bar Libra y el antiguo Tivoli.

Un saludo cofrade,

Moravia dijo...

Cuando yo era chico se era más rancio. Porque cuando no había colegio cogías con tu madre la calle Molineta arriba y llegabas a los puestos de los Lunes donde tu madre compraba los ajos, las especias y alguna prenda, así como chanclas de verano pa toa la familia. Si te portabas bien te caía un cacho piñonate. Después te metías en la Plaza de Abastos e ibas con tu madre recorriendo las diferentes cuartelás de aquel edificio inmenso, hoy por desgracia denostado y creo yo que uno de los puntos negros del actual gobierno municipal, comprando los diferentes productos alimenticios, sin olvidar los rancios avíos del puchero. Salías por Trianilla y bajabas hasta ancá Teofilo pa comprar 40 duros de jamón que te cortaba al trasluz como el sólo sabía y te envolvía en un papé de Dña Fea. Subías hasta ancá Braulio pa comprá tela, o productos alimenticios, o camisas, o ropa en general, y si estabamos en cuaesma se compraban los capirotes, el terciopelo pa los capirotes y las bocasmangas ( que en esa época se crecía y había que estrená ropa con fecuencia) y el bacalao. Me maravillaba como lo cortaban con la guillotina.
Pasabas como no por ancá labradó a comprá fajas o bragas pa tu madre, o pantalones pal trabajo de tu padre, o tela, o te comprabas allí el capirote... Y por último, y ya de vuelta, a tu madre se le antojaba un bolso, unas medias o una colonia que había visto en la droguería de la calle ancha...
Eran tiempos más rancios pero sobre todo más felices.

Y volviendo al tema creo que todavía hay algún comercio que escapa a la vorágine de las grandes superficies, el consumismo y la globalización, los tres grandes enemigos de lo rancio, como son: la citada droguería de la calle Ancha, ancá Juanito Liñán en la calle Arrabaly las panaderías de Carida, pegao ar conché y la del Arco, donde todavía se hace el pan con hornos de leña.

Rancio Abolengo dijo...

Añadir la reciente clausura de otro comercio rancio por excelencia como era la "Ferreteria de ancá el niño molino"

Por ejemplo, en mi niñez donde ibamos a comprar 20 duros de puntillas para hacer una parihuela con un palet(que tiempos aquellos...)

Moravia dijo...

Siguiendo con el comentario de mi rancia niñez, al salir de ancá Labradó entrabas con tu madre en el BANCO de Mairena, la Caja Rural. Allí te sentabas al fresco del primer aire acondicionado que había en el pueblo, ruidoso como él solo, en el enorme sofá de escai negro y te ponías a da porculo con tu hermano mientras tu madre hacía los trámites y te miraba de reojo diciendo: "Cuando lleguemos a casa te vas a enterar".

Antes de salir de la droguería comprabas una vela colorá y se la ponías al Cristo, cuyo templo la Niña siempretenía abierto, en uno de esos enormes candeleros llenos de otras velas rojas como la tuya, de gente que pedía lo mismo que tu madre: trabajo para ella y tu padre y salud para sus hijos.

Ya de vuelta, en la calle Ancha, el último mandao: la Farmacia. Allí te pesabas echando en la bascula una enorme y renegría moneda de 5 duros, con la cara de Franco por un lao y el pollo por detrás que llevaba circulando desde 1957, habías engordado, porque entonces no había obesidad infantil, los niños estaban simplemente gordos. Y nuevamente si habías sido bueno, que no era el caso, la cajita reonda de pastillitas Juanola estaba asegurada...

Hay algunos establecimientos que perduran a lo largo de los años, pero que han perdido parte de su encanto por remodelaciones o reformas, como las farmacias de la calle Ancha o la de Heraclio, autenticas boticas que al cambiar de fachada o de lugar han perdido parte de su ser, y otros como lapescadería de la Rubia o foto- video Guillén (os acordais de la tienda antigua del Cojonato, con el mostrador al frente).

Moravia dijo...

Que poco juego le dais a los temas, a ver si se animan más rancios.
Más establecimientos de ese tipo: bares de la peseta, la legión, el bulli, el mequito y los jaqueles de la vega.
La carnicería de Gerardo, en la calle Sevilla y... Os acordais del mas por menos de la calle Daoiz? y el de la calle Sevilla?, aquellos sí eran supermercados rancios, además regalaban camisetas e inluso bicis.

Rancio Abolengo dijo...

he de decir a ese respecto que a mi bendita madre le tocó una bicicleta bh de las antiguas en el +*- de la calle de la Iglesia que me duró hasta los 18 añitos.

Tengo que añadir que el mas por menos de la calle de la Iglesia era antes un salon de celebraciones donde celebraron su boda mis padres un 23 de diciembre de 1978.

Moravia dijo...

Ahí es ná, eso eran bicicletas, me acuerdo yo de mi GCH y de la motoreta de mi hermano, que no uso hoy día por vergüenza torera, pero que vamos, está pa usarla.

FJ.MJ dijo...

Me incorporo a la Tertulia en calidad de comentarista agradeciendo en primer lugar a Moravia la sugerencia de incorporar el enlace de mi blog, y en segundo lugar al blogger de Rancio Abolengo por atenderla inmediatamente.

Y el primer comentario lo hago en esta entrada porque me ha parecido buenísima, y el posterior seguimiento que ha tenido entre los contertulios.

Para mí, una de las principales calles que contenían la esencia de lo rancio era la calle Ancha, cuando verdaderamente hacía honor a su nombre, con las panaderías que albergaba, la tienda de la Macarita con su mostrador de madera y sus estantes detrás, la pastelería de Zamarra, la ferretería y la droguería ya mencionadas anteriormente...

Creo que habéis hecho una buena recoplación de los principales establecimientos.

1saludo!

Moravia dijo...

La calle ancha rebosaba vida comercial. Había muchos más establecimientos y seguro que se olvidan algunos, pero por ejemplo enfrente la Macarita, estaba el quiosco de la dolorcita, que te vendía desde una lechuga a una cartulina pal colegio, pasando por todo tipo de verduras y chucherías, sin olvidarnos de la leche de sus magníficas vacas que tenía en el corral de su casa y que tú podías ver si se lo pedías.
Un poco más parriba, aunque desaparecida hace tiempo estaba la tienda de la Justa, que vendía fruta y verdura mientras al lado su marido te vendía el pescao, todo eésto entre el zaguan y el salón de su casa. Y ya más arriba estaba la Carnicería de la Trini la Baratera.